Vigésimo cuarto domingo del Tiempo Ordinario

Estimados amigos y feligreses de San Jerónimo,

¡Que la paz de Jesucristo esté con ustedes!

Estoy seguro de que ha escuchado en las noticias sobre la difícil situación del pueblo de Afganistán. El cambio de liderazgo político del país inició una tremenda dificultad en la vida de los ciudadanos. Podríamos estar geográficamente lejos de ellos y, sin embargo, la humanidad que es común a todos nos mantiene conectados entre nosotros. El sufrimiento de tantas personas en otras partes del mundo nos está llamando a un sentido de compasión y empatía que requiere nuestra respuesta radical de caridad. Oren por ellos, y si nos encontramos con ellos a lo largo de la vida, conviértalos en el objeto de nuestras buenas obras. Santiago reiteró el mismo pensamiento en la segunda lectura de hoy.

Nuestro discipulado cristiano nos configura a la misión de Jesucristo. La lectura del Evangelio de este fin de semana sugiere que nuestro encuentro con Dios da sentido a la misión que Él nos confió. Nuestra participación en la obra de Dios entre nosotros se inicia con nuestro encuentro con Aquel que inspira. Volviendo a la historia del Evangelio, la respuesta del Apóstol a la pregunta de Jesús sobre su identidad fue el resultado de una verdad revelada por pasar tiempo con Jesús durante Su ministerio público. Es obvio que San Marcos insinúa que solo podemos conocer a Jesús pasando nuestro tiempo con Él. El tiempo es un factor clave que nos permite ser formados en el carácter de Jesucristo. Además, nuestro reconocimiento de nuestra necesidad de salvación determina nuestro carácter cristiano para que, como Pedro, también nosotros podamos afirmar que Jesús es el Cristo del Padre. Nuestro estado espiritual de ser es la voz interior que define nuestro encuentro con Dios. ¿Quién es Jesús para nosotros? Es una pregunta muy desafiante que nos lleva a la pregunta de quiénes somos como discípulos de Jesús. ¿Qué tipo de seguidores somos?

Entonces, la última sección de la lectura del Evangelio establece el tono para el carácter de aquellos que dicen ser seguidores de Jesucristo. En consecuencia, son los que están dispuestos a abrazar un sufrimiento significativo, los que toman la pesada cruz del auto-sacrificio y los que pueden seguir los pasos del Señor sin reservas. ¿Podemos identificarnos como tales?

Mencioné al comienzo de esta comunicación cómo el mundo se ve afectado por los resultados desafiantes de las injusticias, la violencia y los sufrimientos humanos en general que pueden hacer que nuestra moral como seres humanos, pero también como seguidores de Jesucristo, bajen la moral. Sí, es posible perder nuestro enfoque en el camino del discipulado cristiano. Sin embargo, nuestro encuentro con Jesús es lo que nos puede sostener para mantenernos enfocados en la misión que Él nos ha confiado. Es muy importante que este encuentro con Él sea continuo en la oración, en nuestro encuentro con los pobres y necesitados a través de obras corporales de misericordia, y en nuestra comunión cuando estamos reunidos como la iglesia de Jesucristo.

Finalmente, en otro tema, nos estamos preparando para la próxima Novena en Honor a San Jerónimo. Por favor, anticipe venir a la oración de la Novena en las fechas designadas, ya que agradecemos a San Jerónimo por ser nuestro protector durante los últimos meses desafiantes de la pandemia. Como el boletín de este fin de semana tiene el calendario de nuestra próxima Novena, pido que los líderes de nuestro ministerio parroquial comuniquen a sus miembros el día asignado para sus grupos que la Oficina Parroquial compartirá la próxima semana.

Les agradezco una vez más por orar con nosotros este fin de semana.

Sinceramente en Cristo y María,