Declaración de la Misión del Equipo Parroquial de San Jerónimo

Jesús llegó a Nazaret, donde se había criado, y entró en la sinagoga, como era su costumbre* hacerlo los sábados. Se levantó para hacer la lectura y se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: “El espíritu del Señor está sobre mí, *porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.” (Lucas 4:16-19)

La visión de la misión del equipo parroquial de San Jerónimo es cuádruple:

  • Acompañar al pueblo de Dios en la celebración de la Vida Sacramental de la Iglesia Católica.
  • Educar al pueblo de Dios en el conocimiento de Jesucristo y las Enseñanzas de la Iglesia.
  • Administrar responsablemente los bienes temporales de la Iglesia.
  • Ayudar al párroco en la ejecución de los programas pastorales que incluyen la adoración, la sanación y la restauración total en Jesucristo, el Pastor Principal de las almas.

La realización de la misión parroquial se confía principalmente al párroco que es, “el pastor propio de la parroquia que se le confía, y ejerce la cura pastoral de la comunidad que le está encomendada bajo la autoridad del Obispo diocesano en cuyo ministerio de Cristo ha sido llamado a participar, para que en esa misma comunidad cumpla las funciones de enseñar, santificar y regir, con la cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la ayuda de fieles laicos, conforme a la norma del derecho.” (Cann. 519)

El cumplimiento de los trabajos encomendados al equipo parroquial debe concebirse como una ayuda al párroco a quien se le confía la responsabilidad de santificar, enseñar y gobernar al pueblo de Dios según las Enseñanzas de Jesucristo el Sumo Sacerdote. Como miembros del equipo parroquial, estamos llamados por Dios a contribuir con nuestros dones y talentos a la continuación de la iniciativa de Dios a llevar Su Reino a la vida de su pueblo. La responsabilidad de cada miembro del equipo es atender al pueblo de Dios mientras ellos son compensados por la generosidad del mismo pueblo.  Es por justicia que el equipo parroquial permanezca siempre consciente de que está llamado a servir al pueblo de Dios en el ambiente ministerial.

Virtudes ministeriales

Mientras la misión de la Parroquia de San Jerónimo es visualizada por el párroco, compartido al pueblo y adaptada a las necesidades particulares de la comunidad, las siguientes son las virtudes ministeriales que el equipo parroquial está invitado a vivir y promover con los demás.

  • Obediencia sincera al párroco como una expresión de la fe profunda a la misión de Jesucristo.
  • Celo ministerial e iniciativa como una voluntad al participar en el ministerio parroquial.
  • Sensibilidad pastoral que muestra el cuidado, la participación y la preocupación por los pequeños detalles que se asocian con el orden y el decoro del lugar de trabajo, mientras promueven la unidad entre el equipo.

Al final, el propósito del equipo parroquial está siendo resumido por el Evangelio de San Lucas 4:16-19 tal y como se cumplió en el ministerio de Jesucristo. Como sacerdotes, diáconos, religiosos consagrados y líderes laicos, tenemos la responsabilidad de llevar la Buena Nueva a los pobres, liberar a los cautivos, devolver la visión a los ciegos y anunciar el favor del Señor. El éxito de esta misión depende plenamente de la colaboración y la convicción del equipo parroquial de que ha sido “llamado”. No estamos participando en el ministerio por nosotros mismos o simplemente para cumplir con lo que se espera de nosotros según nuestras responsabilidades asumidas. Nuestra misión es asegurar al pueblo de Dios que es acompañado, enseñado y asistido por nuestra labor para encontrar la misma presencia de Dios en su camino.