Vigésimo domingo del tiempo ordinario  

Estimados amigos y feligreses de San Jerónimo,

¡Pax Christi semper vobiscum!

Gracias por apoyar nuestro gran evento de recaudación de fondos del año, nuestra fiesta de la Kermés. Su presencia y participación son grandes contribuciones para la continuación de nuestros ministerios parroquiales. Como mencioné en el pasado, nuestro objetivo es unir a nuestra gente mientras construimos una comunidad de creyentes. El ingreso de nuestros fondos, aunque importante, es secundario. Creemos que nuestros proyectos están destinados a crear un ambiente de hospitalidad y camaradería entre las personas de nuestros diversos orígenes étnicos. Nuestras diferencias están dirigidas a dar gloria a Aquel que nos hizo únicos a cada uno de nosotros. La gratitud es nuestra mejor respuesta a Dios, que nos hizo a todos extraordinarios de muchas maneras. La kermés es la prueba de nuestra rica diversidad, y celebrarla significa elevar en reverencia a Aquel que nos formó creativamente.

Sin embargo, la obra debe realizarse de acuerdo con el sueño que Dios tiene para nosotros. Él quiere que estemos unidos y vivamos en armonía unos con otros para construir el Reino de Dios hoy. La oportunidad de crecer se da durante nuestra interacción con los demás. Nuestra creatividad aumenta al compartir nuestros pensamientos e ideas durante nuestros encuentros. Esto es lo que hace que la Kermés sea una oportunidad para que nuestra parroquia sea el lugar de encuentro con amigos como con extraños, cada uno de los cuales lleva dentro la imagen y semejanza de Jesús en medio de nosotros. ¡Come! ¡Baila! ¡Bebe con moderación! ¡Disfruta del momento! Todo para la gloria de Dios que está en medio de nosotros cuando nos reunimos en su nombre.

Gracias de nuevo por su apoyo a este gran evento parroquial.

Sinceramente en Cristo y María,