Decimocuarto domingo del Tiempo Ordinario

Estimados feligreses y amigos de San Jerónimo,

Pax Christi semper vobiscum.

Como es habitual, el año fiscal de la Archidiócesis comienza en el mes de julio. Esta es una buena oportunidad para llamar nuestra atención sobre el examen y la evaluación de los diversos Ministerios Parroquiales y sobre la ejecución de las diversas funciones que muchos de nosotros hemos asumido en los últimos años. Sepan que los cambios que tendrán lugar en los próximos días reflejarán la continuación de la reconfiguración y reestructuración de las diferentes áreas de nuestros Ministerios Parroquiales para que podamos cumplir mejor la misión que tenemos aquí en San Jerónimo.

La “Nueva Realidad” que nos propone el programa Renueva Mi Iglesia (RMC), seguramente tendrá cabida en nuestra parroquia comenzando por la disponibilidad de nuestro equipo parroquial en forma semanal. El rol del Concejo Parroquial y de sus miembros, así como del Concejo de Finanzas, será muy importante en la redefinición de la Misión de San Jerónimo. Es una bendición, pero también un desafío, para todos nosotros ver una cara diferente de los Ministerios Parroquiales en medio del período postpandemia combinado con el seguimiento del proceso del RMC. “¿Hacia dónde vamos a partir de aquí?” debería ser nuestra pregunta común. ¿Adónde nos lleva el Espíritu Santo?

Durante los últimos fines de semana, hemos reflexionado juntos sobre la misión de Jesucristo en San Jerónimo, así como sobre nuestra participación en esa misma misión. Sabemos que los signos de los tiempos nos desafían a comprometernos verdaderamente con nuestra llamada como verdaderos discípulos de Jesucristo. Nuestra definición de la misión, así como nuestra contribución de tiempo, talento y tesoro para el propósito del ministerio de Cristo, debe ser el factor para que nos mantengamos inspirados mientras avanzamos juntos como miembros de la parroquia de San Jerónimo.

Me gustaría hacer un llamado a todos los miembros de los diferentes grupos de nuestra parroquia para que se reúnan con sus líderes la próxima semana y revisen la meta de sus respectivas organizaciones. De este modo, cada uno podrá discernir con certeza si su grupo sigue dispuesto a perseguir los diferentes apostolados propios de sus objetivos organizativos.

Como las Hermanas Misioneras de San Juan comienzan el Campamento de Verano para niños la próxima semana, les pido que recen por ellas y sus voluntarios para que el evento sea seguro y exitoso. El Concejo Parroquial se reunirá el próximo domingo por la tarde, y me gustaría animarles a traer a su atención cualquier asunto que piensen que es importante y significativo para nuestra parroquia. El rol del Concejo Parroquial es visualizar con el Párroco la guía del Espíritu Santo en cuanto a los diferentes Ministerios Parroquiales que nos gustaría poner a disposición de nuestra comunidad parroquial.

Por favor, consideren la posibilidad de ser miembros de esos Ministerios Parroquiales, ya que la mano de obra disponible y el apoyo se prestan para una mejor ejecución de los ministerios. Mencioné durante mi homilía el fin de semana pasado las oportunidades que están disponibles para servir en la parroquia a través de los diversos grupos. Por favor, consideren ser parte de uno de esos ministerios como una forma de devolver a Dios sus dones y talentos en un espíritu de servicio.

Finalmente, me gustaría agradecer al Diácono Fritz por su dedicación y generosidad al servir a la Iglesia a través de San Jerónimo durante tantos años. Recemos para que siga creciendo en santidad reflexionando profundamente sobre la Palabra de Dios y la Eucaristía. Por favor, agradézcanle también personalmente su alegre servicio.

Nos vemos el próximo fin de semana. Que Dios les bendiga.

Sinceramente en Cristo y María,